
Edificios
El Balneario de Peñas Blancas, en sus principios, estaba constituido por edificios dispersos con una arquitectura propia de los cortijos andaluces, la entrada principal de la Fonda, que es como se denominaba el edificio donde se alojaban los visitantes, se situaba hacia el levante con vistas al camino que rodeaba el edificio. También había otros edificios destinados a los baños, cocina, letrinas, guardarropía, la capilla, los kioscos de las fuentes y las viviendas de los trabajadores.
Los edificios del balneario sufrieron diversos cambios a lo largo de su existencia para llegar a convertirse en el Gran Hotel Santa Elisa, un edificio modernista amueblado con gusto y gran confort, donde podía alojarse hasta 110 personas. También se construyeron infraestructuras hidráulicas para hacer llegar el agua de las fuentes a la zona de embotellamiento.
Además, existió en las inmediaciones, la fonda titulada del Carmen y varias casas donde se hospedaban y guisaban por su cuenta muchos bañistas.